El Puente de Triana, cuyo nombre oficial es Puente de Isabel II, está situado en la ciudad de Sevilla, uniendo el barrio de Triana con el centro de la capital hispalense. Su construcción acabó en el año 1852 durante el reinado de la reina Isabel II, siendo ese el motivo por el cual ostenta su nombre.
Es incontable el número de visitantes que se fotografían en el Puente de Triana de Sevilla, aunque pocos quienes conocen las muchas anécdotas que hacen de este puente un lugar tan especial.
A continuación te contamos 7 curiosidades de la historia del Puente de Triana que seguro que hará que lo mires con otros ojos cuando visites Sevilla.
El Puente de Triana fue inspirado por un puente de París
Fueron los ingenieros Ferdinand Bennetot y Gustavo Steinacher quienes se encargaron de la construcción del Puente de Triana entre los años 1845 y 1852.
Para su diseño, se inspiraron en el parisino Puente del Carrousel. Este puente había sido construido en 1834, bajo el mandato del rey Luís Felipe, por el ingeniero Antonine Remi Polonceau. Fue sustituido por otro más estable en la década de los 30 del siglo XX.
El Puente de Triana sustituyó al Puente de Barcas
El Puente de Barcas ocupaba el lugar que en la actualidad ocupa el Puente de Triana, siendo escenario de la conocida como Batalla de Triana, enmarcada en la Guerra de Independencia de España (1808-1814), en la que tropas españolas, apoyadas por tropas inglesas, se enfrentaron a las invasoras tropas de Napoleón Bonaparte. La victoria cayó de parte del ejército español.
El puente de hierro más antiguo conservado de España
El Puente de Triana está considerado como uno de los principales hitos de la arquitectura del hierro en España, propia del siglo XIX.
Es el puente de estas características mejor conservado de toda la península ibérica. Las piezas que se utilizaron para su fabricación procedían de una fundición sevillana creada por Narciso Bonaplata en el año 1840.
Una inauguración por todo lo alto
La inauguración del Puente de Triana fue el 23 de febrero del año 1852, celebrándose con una procesión que partió de la parroquia de Santa Ana.
En la inauguración estuvieron presentes el arzobispo, que bendijo la nueva construcción, el gobernador civil y el capitán general de Sevilla. El día fue declarado festivo por el Ayuntamiento, celebrándose un desfile militar. El Puente de Triana entró con fuerza en la historia.
El Puente de Triana estuvo a punto de derrumbarse
Ocurrió en el año 1889 cuando, al paso de un cilindro de vapor, se produjo la rotura de un larguero y de una vigueta del Puente de Triana. Se tomó la decisión de apuntalarlo, en una obra que costó la friolera de 35.000 pesetas, una auténtica fortuna para la época.
La estatua de Isabel II que nunca existió
Durante las décadas de los 50 y de los 60 del siglo XIX se barajó la posibilidad de decorar el Puente de Triana con una estatua de la reina Isabel II, sin embargo, la Revolución de 1868, que conduciría a la monarca al exilio, abortó definitivamente el proyecto.
Monumento Histórico Nacional
El Puente de Triana fue declarado Monumento Histórico Nacional en abril del año 1976, aunque ya desde mucho antes era un lugar emblemático para los sevillanos y de obligada visita para los turistas.
El Puente de Triana es uno de los muchos tesoros junto a la Torre del Oro que no puedes perderte en tu próxima escapada a la capital andaluza, a la que hay que ir con una buena memoria en el móvil para poder sacar las suficientes fotos de todas sus maravillas.